Uno de los grandes problemas de Liverpool esta temporada ha sido la pareja de zagueros. Brendan Rodgers ha utilizado a Sakho, Touré, Agger, Skartel y en alguna ocasión a Flanagan.

El partido contra el West Bromwich Albion venía bien para los de Anfield. En el primer tiempo fueron muy superiores, Suárez se conectó con Sturridge y el moreno elemento adelantó a los "Reds".

Luego del descanso el trámite del partido no fue el mismo. Mignolet tuvo dos grandes intervenciones para mantener el cero y Liverpool se fue alejando del arco de enfrente.

Lugano, que había entrado para los segundos 45 minutos, tuvo un resbalón que le permitió a Suárez tener un mano a mano que el pie izquierdo de Foster no quizo que fuera gol.

En el intercambio de golpes el West Brom consiguió rescatar algo, cuando en una salida del fondo Kolo Touré no tuve mejor idea que cruzar una pelota por bajo en la puerta del área y ponersela en el pie a Anichebe. El nigeriano la paró, la puso contra un palo y empató el partido.

En los útlimos 20 minutos hubo chanches para los dos lados, Liverpool sintió el bajo rendimiento de Suárez, que generalmente se encontraba lejos de la jugada, e intentó con Sturridge, Sterling y Coutinho, pero el gol no llegó. 

Un empate que no permite a los Reds acercarse al podio y que fue un tanque de oxígeno para el West Brom.

En el otro partido jugado este domingo, Arsenal, con doblete de Oxlade-Chamberlain, le ganó 2 - 0 a Crystal Palace y quedó puntero, al menos hasta que el lunes se enfrenten Manchester City y Chelsea.