
18 años después
El Atlético de Simeone sigue primero e ilusiona a su público. Mientras, PDA recuerda la última consagración colchonera en la Liga.

La temporada 94/95 no fue la mejor para Atlético Madrid. Una campaña regular llena de altibajos y cambios de técnicos había llevado a que el equipo quedara a un punto del último descendido, salvándose recién sobre la última fecha.
Para la siguiente temporada el presidente Jesús Gil decidió contratar al técnico de Oviedo, el serbio Radinur Antic. A pesar de saber que el presidente de Atlético era muy exigente con los entrenadores, el serbio estaba dispuesto a correr el riesgo y afrontar el desafío de regresar al máximo nivel a un equipo que navegaba en la mediocridad.
Para cumplir los objetivos buscó la contratación de uno de los mejores zagueros del momento, el ruso Viktor Onopko. Aunque tenía contrato firmado con Oviedo, se llevó un litigio a la FIFA que dio como vencedor al equipo ovetense.
Esto no frenó al técnico, que apostó fuerte a la llegada del delantero búlgaro Luboslav Penev, que había tenido una buena campaña en Valencia pero, tras haberse enfermedo de cáncer, había caído en el olvido.
Mientras que el resto de las contrataciones fueron jugadores de bajo perfil, pero a los que se le veía potencial para darle un salto de calidad al equipo.
En el arco se contrató a José Francisco Molina. Salido de Valencia, había tenido irregulares campañas por distintos equipos como Albacete o Villareal.
La defensa se reforzó con la llegada de Santi Denia, mientras que en el mediocampo apareció la figura de Milinko Pantic, un serbio que llegó a España con poquisimo nombre.
Completaron las altas Roberto Fresnedoso, Leo Biagini y el uruguayo Fernando "Petete" Correa.
La llegada de estos jugadores fue importante para levantar el nivel de Atlético, y se fueron complementado con el importante trabajo de jugadores como Kiko, Vizcaíno, Caminero o Simeone.
El argentino había llegado a Madrid hacía una temporada y no había logrado conformar del todo a hinchas y directivos. Por suerte le brindaron otra oportunidad, que lo terminó dejando en el corazón de toda la parcialidad.
Con la llegada de vientos nuevos, Atlético tuvo un comienzo arrollador en la Liga 95/96. En la segunda fecha consiguió el primer puesto, lugar que defendió hasta la decimotercera fecha.
Un traspié de Valencia le permitió volver al liderazgo de la tabla, que ahora sí no dejaría hasta el final de la temporada. A pesar de vencer al Barcelona de Cruyff, al Madrid de Valdano o al "Súper Depor", entre otros equipos, tendría que esperar hasta vencer en la última fecha a Albacete para poder gritar campeón.
Un puntal de esta consagración fue la mezcla entre los jugadores que estaban en el club y los nuevos. Molina ganó el trofeo Zamora, golero menos vencido, al recibir solamente 32 goles en 42 partidos. Temporada consagratoria para el portero.
Mientras que en ofensiva, a pesar de no tener un gran goleador, el equipo fue el segundo con más anotaciones, teniendo un goleo más repartido. Penev fue el goleador con 16 goles, acompañado por Simeone con 12 y Kiko con 11.
Ese no fue el único título que festejó Atlético esa temporada, ya que anteriormente había logrando en La Romadera (cancha de Zaragoza) vencer a Barcelona y quedarse con la Copa del Rey de ese año.
La obtención del doblete, cortando asi una racha de 19 años sin obtener una Liga, logró ser una de las temporadas mas importantes en la historia del club. Lamentablemente, después volvieron las malas temporadas que devinieron en el descenso a Segunda.
En los últimos años, con las figuras de Diego Forlan y Radamel Falcao, entre otros, el equipo ha vuelto a levantar títulos europeos. Tendencia que continuó con el regreso de Diego Simeone al club en calidad de técnico.
El entrenador argentino ya sabe lo que es salir campeón de Liga y no le tiene miedo ni a Barcelona ni a Real Madrid, ¿le dará para festejar 18 años después?
Para la siguiente temporada el presidente Jesús Gil decidió contratar al técnico de Oviedo, el serbio Radinur Antic. A pesar de saber que el presidente de Atlético era muy exigente con los entrenadores, el serbio estaba dispuesto a correr el riesgo y afrontar el desafío de regresar al máximo nivel a un equipo que navegaba en la mediocridad.
Para cumplir los objetivos buscó la contratación de uno de los mejores zagueros del momento, el ruso Viktor Onopko. Aunque tenía contrato firmado con Oviedo, se llevó un litigio a la FIFA que dio como vencedor al equipo ovetense.
Esto no frenó al técnico, que apostó fuerte a la llegada del delantero búlgaro Luboslav Penev, que había tenido una buena campaña en Valencia pero, tras haberse enfermedo de cáncer, había caído en el olvido.
Mientras que el resto de las contrataciones fueron jugadores de bajo perfil, pero a los que se le veía potencial para darle un salto de calidad al equipo.
En el arco se contrató a José Francisco Molina. Salido de Valencia, había tenido irregulares campañas por distintos equipos como Albacete o Villareal.
La defensa se reforzó con la llegada de Santi Denia, mientras que en el mediocampo apareció la figura de Milinko Pantic, un serbio que llegó a España con poquisimo nombre.
Completaron las altas Roberto Fresnedoso, Leo Biagini y el uruguayo Fernando "Petete" Correa.
La llegada de estos jugadores fue importante para levantar el nivel de Atlético, y se fueron complementado con el importante trabajo de jugadores como Kiko, Vizcaíno, Caminero o Simeone.
El argentino había llegado a Madrid hacía una temporada y no había logrado conformar del todo a hinchas y directivos. Por suerte le brindaron otra oportunidad, que lo terminó dejando en el corazón de toda la parcialidad.
Con la llegada de vientos nuevos, Atlético tuvo un comienzo arrollador en la Liga 95/96. En la segunda fecha consiguió el primer puesto, lugar que defendió hasta la decimotercera fecha.
Un traspié de Valencia le permitió volver al liderazgo de la tabla, que ahora sí no dejaría hasta el final de la temporada. A pesar de vencer al Barcelona de Cruyff, al Madrid de Valdano o al "Súper Depor", entre otros equipos, tendría que esperar hasta vencer en la última fecha a Albacete para poder gritar campeón.
Un puntal de esta consagración fue la mezcla entre los jugadores que estaban en el club y los nuevos. Molina ganó el trofeo Zamora, golero menos vencido, al recibir solamente 32 goles en 42 partidos. Temporada consagratoria para el portero.
Mientras que en ofensiva, a pesar de no tener un gran goleador, el equipo fue el segundo con más anotaciones, teniendo un goleo más repartido. Penev fue el goleador con 16 goles, acompañado por Simeone con 12 y Kiko con 11.
Ese no fue el único título que festejó Atlético esa temporada, ya que anteriormente había logrando en La Romadera (cancha de Zaragoza) vencer a Barcelona y quedarse con la Copa del Rey de ese año.
La obtención del doblete, cortando asi una racha de 19 años sin obtener una Liga, logró ser una de las temporadas mas importantes en la historia del club. Lamentablemente, después volvieron las malas temporadas que devinieron en el descenso a Segunda.
En los últimos años, con las figuras de Diego Forlan y Radamel Falcao, entre otros, el equipo ha vuelto a levantar títulos europeos. Tendencia que continuó con el regreso de Diego Simeone al club en calidad de técnico.
El entrenador argentino ya sabe lo que es salir campeón de Liga y no le tiene miedo ni a Barcelona ni a Real Madrid, ¿le dará para festejar 18 años después?